La apariencia del Fantasma




Odio la constante mediocridad del tiempo
Odio su ojo clandestino
Su mirada muerta
Su opio benigno
Su ilusión

Odio la agonía de los transcursos
El sabor amargo de su derrota
Su sal disuelta
Sobre las heridas del recuerdo
Odio la imagen proyectada en su silencio

Su fastuosa oscuridad
Tan clara
Tan homicida y tan desleal
Como al mismo origen que le da la vida

Odio la apariencia del fantasma
La forma oblonga del espejo
La historia que le suplica
Que termine de coartar
Su mentira más indulgente

Odio la certeza
La impotencia
De ver correr las piernas
De ver perder sus pasos
En mudos atardeceres

Odio la manía de los segundos
La necedad de los sueños
Y las mismas realidades
La canción que magnifica
A las deidades sin rostro

Odio tener que aceptar
Que yo embalsamo a mi propio muerto
Que yo le preparo para la huída
A la dimensión de lo inconcluso

Odio los días de la vejez que se aproximan
Odio los días de parto que nunca fueron
El sonar de las campanas
La voz del medico que dice a mi madre…

Señora, lo sentimos
Su hijo nació muerto
Pero todavía respira…

Fernando Labastida –Fénix-